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14/09/2022
¿Te has preguntado cómo se preparaba el café antes de la invención de las cafeteras?
A día de hoy, estos maravillosos instrumentos, nos ayudan a preparar un café intenso y delicioso de distintas maneras. Por un lado, tenemos las preparaciones de café espresso, que consisten en preparar el café mediante presión, ya sea en cafetera moka o en máquina exprés.
La otra variante principal serían las cafeteras de filtro, que consiste en un recipiente sobre el que pondremos un filtro de papel u otro material con nuestro café molido, y sobre este verteremos agua caliente de manera manual, como en la chemex, o de manera automática como en cualquier cafetera de goteo.
Pero antes de todo esto, el café se preparaba de una manera más rudimentaria, que todavía se conserva en muchos lugares, y es de lo que vamos a hablar hoy: El café de pota gallego.
Al contrario que en las cafeteras mencionadas, este tipo de cafés se preparan mezclando el café con el agua en una olla, o pota, y luego se filtra usando un “calcetín”. Por lo general, se consigue un café muy suave y agradable, que deja degustar los matices más suaves del grano escogido, por lo que es una preparación muy interesante para degustaciones o catas.
Así pues, vamos a ver de qué se trata, como se prepara, y todo lo que hay que saber sobre este café, muy tradicional en esta región española.
Como mencioné antes, antiguamente, la preparación del café se realizaba directamente en una cazuela, y la mezcla de café molido y agua se filtraba a través de un “calcetín”, y esto, básicamente, es el actual café de pota.
En esos tiempos, el café se filtraba a través de paños de ciertas telas, o incluso existieron coladores de tela específicos para el café. Lo de llamarlo calcetín, la verdad es que suena un poco a cuento, pero quien sabe, quizá en alguna ocasión no quedaba otra que hacerlo así…
Pero volviendo al café, la definición más correcta de este tipo de preparación, sería una infusión directa, ya que no le vamos a aplicar presión o temperaturas altas, como en los espresso.
Y aunque parezca que es un café de antaño, lo cierto es que, en Galicia, todavía se prepara, tanto en casas como en restaurantes, sobre todo en los más rurales, o en los más modernos que quieren mantener las costumbres.
Este café, de hecho, es todo un símbolo en esta región, y no puede faltar en ningún banquete ni fiesta que se precie, pues es la manera ideal de acompañar las largas sobremesas que acompañan las buenas comidas.
Otra razón por la que sigue siendo tan popular, es porque es un café muy sencillo de preparar en grandes cantidades, haciéndolo ideal para este tipo de eventos, y no es raro que te lo sirvan en restaurantes de pueblo, o incluso en las carpas de churrasco, muy habituales en las ferias y fiestas.
Hablábamos de sobremesas, y este café suele ser el compañero ideal, ya que es suave y sabroso, y si lo acompañamos con algún delicioso licor gallego, ya sea de hierbas, orujo, o licor café, podremos entender por qué se alargan tanto estas post comidas, pues no querrás que se acabe.
Así que, vamos a ver qué necesitaremos para poder degustar un buen café de pota, y sentir así los sabores a tradición gallega.
Ya hemos mencionado arriba que la preparación en sí no tiene mucha ciencia, pero el secreto de un sabor especial, está en las herramientas que usaremos. Y lo mejor es que no son muchas.
Para preparar este café, solo necesitaremos la famosa “pota”, que es como se denomina en Galicia a la olla de peltre, la típica que se usaba antiguamente para colocar sobre las cocinas de hierro, y que tienen un color entre marrón y rojo muy reconocible.
Obviamente, para prepararlo en casa puedes usar cualquier cazuela que tengas por ahí, pero siendo sinceros, los alimentos preparados en este tipo de ollas tienen un sabor especial, ya sean carnes, potajes, o en este caso, café.
Quizá sean los materiales con los que se fabrica, o la distribución del calor, pero lo cierto es que estas potas de peltre, son las que mejor resultado dan en la preparación de este café. En caso de que no tengas manera de conseguir una, puedes usar cualquier olla o cazuela que tenga por lo menos, un litro de capacidad.
Otra herramienta que puede hacer que tu café de pota tenga un sabor aún mejor, es el molinillo de café. Esto nos permitirá moler el café en el momento, haciendo que mantenga todos sus aromas y sabores, ya que el café se conserva mucho mejor en grano.
Es conveniente también, tener a mano una cuchara grande, o un cucharón, para poder remover y mezclar el café con el agua, haciendo que este suelte todos sus sabores. Y otro objeto importante que necesitaremos, es el colador de tela, filtro o calcetín, que podrás encontrar en cualquier bazar o comercio.
Ahora bien, ¿Dónde vas a colar el café? Exacto, vas a necesitar una jarra o recipiente donde poder recoger el café, y ya que normalmente se prepara una cantidad grande, este recipiente también debe ser, de como mínimo, un litro de capacidad.
Es conveniente usar un termo, ya que así, podemos dejar el café preparado y olvidarnos, pudiendo disfrutar de la comida con nuestros invitados o anfitriones, y cuando llegue el momento del café, este conservará la temperatura perfecta, y todo su sabor.
Respecto a dónde beberlo, puedes servirlo en tazas, está claro, pero lo típico en esta zona, es que el café de pota se beba en vaso de vidrio, aunque no se llene hasta arriba del todo. De hecho, en muchas casas, se reutilizaba el propio vaso con el que se tomaba el vino, sin aclararlo ni nada, dándole otro toque especial a este café.
Si bien la preparación de este café es muy básica y sencilla, no está de más seguir ciertos pasos, para que el resultado final sea excelente.
Lo primero es lo primero, conseguir un buen café. Se trata de una preparación de un sabor suave, con lo que podremos descubrir los matices más ocultos de nuestro grano, haciendo al café de pota, una preparación muy interesante para usar café de especialidad.
Como decíamos antes, moler este café en el momento sería lo más deseable, sobre todo para conseguir una bebida excelente y que destaque. Puedes encontrar en el mercado molinillos manuales o eléctricos, que obviamente serán más cómodos y necesitarán menos esfuerzo.
Para esta receta, lo ideal es una molienda gruesa, incluso, a ser posible, más grueso que el que usaríamos para cafeteras. Esto es porque así, al preparar la infusión, el café liberará aún más sabor.
Otra ventaja de usar este grosor, es que, por un lado, los aromas se liberarán de manera más lenta y gradual, y, por otro lado, por esta misma razón, evitaremos matices de sabor indeseados, como el amargor, que suele aparecer al pasarnos de tiempo, ya que el café se quema.
Ahora que tenemos todo claro con respecto a lo que necesitamos conseguir, toca ponerse manos a la obra:
Con esto, ya tendrás tu café de pota perfectamente preparado y servido, listo para ser disfrutado, ahora solo faltaría que lo adereces a tu gusto, ya sea con azúcar, leche, licores, o lo que tú quieras.
Para acabar, vamos a revisar algunas curiosidades y trucos para darle una vuelta de tuerca a este café, y como consiguen en algunos sitios que tenga un sabor más especial:
Ahora ya eres todo un experto en café de pota, así que, si nunca lo has probado, es un buen momento para hacerlo, pues por algo se sigue preparando de este modo.
Un sabor más sutil, pero igualmente muy delicioso, sin duda, preparar el café de la manera más tradicional es toda una experiencia.
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