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16/09/2022
¿Alguna vez te has preguntado por qué surgieron las marcas? Muchas veces, cuando buscamos un producto, y queremos que sea bueno, solemos tirar por alguna marca que sea reconocida y que nos garantice esa calidad.
Así, podemos decir que el propósito de una marca es garantizarnos un grado de calidad en un producto, aunque claro, a mayor calidad, por lo general, viene asociado un mayor precio.
A raíz del deseo de la gente de tener claro que lo que compraron vale ese dinero, incluso surgieron marcas dentro de las marcas, como quien dice. Un ejemplo de esto, son las famosas denominaciones de origen, tan típicas en vinos, y que sirven para asegurarnos de que ese vino viene de ese lugar.
Y claro, todo este marketing no iba a esquivar al café. Hemos visto que hay términos que indican que un café es de una zona o región concreta, como el Jamaica Blue Mountain , y, de hecho, ese café tiene su propia denominación de origen, que es de lo que vamos a hablar hoy: El café de origen.
Esta denominación nos garantiza que el café que vamos a comprar, ya lo prepara espresso , cappuccino o irlandés , se recoge en unas regiones o zonas determinadas, y nos garantiza una exclusividad y una calidad determinada, por supuesto, a un precio.
Para mantener este precio, el cliente no se puede sentir estafado, por lo que los controles que se siguen para obtener estas denominaciones son bastante exhaustivos , y no todos los cafés serán capaces de cumplir los requisitos.
Para ser considerado café de origen, este debe proceder de un único productor, con esto me refiero a que debe tratarse de la cosecha de café de una finca, una hacienda, cooperativa o un campo de cultivo de una región o país determinado .
De hecho, la distinción puede llegar a hacerse incluso por el tipo de suelo en el que el cultivo ha sido plantado, o según la altitud de los campos.
Obviamente, distinguir el origen de un café entre países, como podría ser un café de la India y uno de Colombia, puede ser sencillo, pero dentro de un mismo país puede haber grandes diferencias según la región, e incluso dependiendo del productor.
Por eso, el café de origen debe permitir saber con exactitud, de dónde viene cada grano de café, la variedad, el suelo en el que se ha cultivado , y qué sistemas de procesamiento se han utilizado . Tanto es así, que incluso puede tratarse de una variedad de café específico dentro de una finca, dejando claro que es un café todavía más único.
Gracias a todo esto, se consigue un seguimiento claro del café, lo que nos permite confirmar fácilmente la posible calidad de un café y que tipo de procesos ha seguido hasta llegar a nosotros, lo que también nos ayudará a la hora de analizar sus matices, sabores y otras cualidades del grano de café.
¿A quién no le gusta consumir productos de calidad? Desde que se ha puesto en marcha este tipo de denominación del café, su popularidad ha crecido , pues los consumidores les gusta saber que están tomando, de dónde viene, y por supuesto, tener garantías de que va a ser un café de calidad.
Por eso, desde el café de especialidad al café de origen, tiendas como Qualery se dedican a conseguir cafés de alta calidad , buscando, además, productos innovadores, para que los aficionados al café puedan disfrutar de nuevos sabores y experiencias.
Está claro que, a mayor popularidad, también habrá una mayor demanda , y esto va a afectar al origen, pues muchos productores han tenido que adaptar sus sistemas de cultivo para hacer frente a este estallido de popularidad.
De hecho, gracias a este incremento de demanda, estos productores de café, tanto de especialidad como de origen, han logrado desarrollar y mejorar sus cultivos, pues no solo hace falta producto, si no que este sea de alta calidad.
Así, muchos están experimentando con distintas variedades de café, los distintos periodos de cosecha , el procesado post recogida, e incluso llevan un control más exhaustivo del crecimiento de sus cafés.
Muchas de las mejoras mencionadas anteriormente, son producto de las conversaciones y comunicaciones que, gracias a este comercio directo, los productores de café tienen con los tostadores.
Así, por un lado, los tostadores tienen toda la información sobre el grano de café que adquieren, de donde procede y como se ha cultivado, ya cambio, los productores reciben información sobre el mercado y las últimas tendencias, que tipo de café se vende. más, y esto les ayuda a ajustar sus sistemas de cultivo.
De este modo, cualquier tostadora, o en general, compradores de café verde, pueden visitar las fincas donde el café se cultiva, y aprender de primera mano, cómo funciona y que procesos conllevan la producción de café.
Al igual que en bodegas de vino , donde hacen catas antes de que comprimir la botella, muchas de estas fincas se implican en un proceso de cata de café , para que tanto los tostadores como otros clientes puedan apreciar el café que pueden adquirir, o incluso Comparar entre cafés de diferentes fincas.
Gracias a todo esto, el consumidor puede tener absolutamente toda la información sobre el café que va a tomar, generando de este modo, un aumento en la calidad del café en general.
Sabemos que ya sea a partir de catas de café, o de puntuar estos usando nuestro retrogusto , el café puede ser puntuado , pero existen agencias que se dedican a regular esta calidad con unos varemos determinados, como puede ser la Taza de la Excelencia , o el instituto de la Calidad del café Q.
Estas agencias utilizan sistemas para poder medir la calidad de los cafés en general, en los que por supuesto, suelen sobresalir los citados cafés de origen y los de especialidad, así como los cafés de finca o de pequeños lotes.
Además de funcionar como una guía de calidad para el consumidor, también funciona a modo de motivación para los productores, pues conseguir estas etiquetas y galardones implica que su café será reconocido mundialmente.
Así pues, los cafés pueden ser puntuados por estos sistemas, y cada uno les otorga ciertos beneficios:
Todos estos sistemas intentan cuantificar la calidad de un determinado café, intentando, como no puede ser de otra forma, la mayor imparcialidad posible, evitando cualquier tipo de favoritismo o preferencia.
Para ello, las catas de café de estos sistemas se realizan siempre a ciegas , y se puntúa el café desde 0 hasta 100, siendo 0 lo peor, y 100 lo mejor.
Y aunque cada agencia puede tener su propio sistema con criterios distintos a las demás, todas ellas siguen las categorías estándar que usa un catador profesional en las hojas de examen de catación.
Por supuesto, que un café sea premiado con la denominación de café de origen, o que gane la taza de la excelencia, llenará de orgullo a su productor, ya que, para ello, no solo llega con que el café sea delicioso en taza, sino que es preciso que su cultivo también haya sido tomado en cuenta.
Esto logra que el consumidor final pueda entender mejor todo lo que hay detrás de un café, junto con el amor y trabajo que estos productores le han dedicado, y también obliga a que los proveedores tengan que estudiar mejor el café con el que trabajan, para conseguir el mejor café posible.
El resultado, es una mejora en la sostenibilidad para todos los trabajadores, en cada parte de la vida del café, pues a mejor café, precio más justo. Al final, que un barista pueda aportarnos información sobre una determinada finca o productor, es otro escaparate más de venta para un café de alta calidad.
Al principio, las etiquetas de origen de un café no garantizaban ningún tipo de calidad, tan solo servían para poder identificar un café de un tostador determinado, o si este era de mezcla o no.
Aun así, para los tostadores, no creen que un origen sea suficiente para juzgar adecuadamente a un productor, ya que en muchos casos se habla de una finca concreta o una variedad en específico.
No se refieren a que las etiquetas de origen estén mal empleadas, pero a los tostadores les gustaría que estas fuesen aún más exactas, con todavía más información, ya que fijarse en las escalas actuales, pueden tergiversar las amplias diferencias que se pueden descubrir en el café.
Mucha gente considera que un café con estas etiquetas es automáticamente un café de altísima calidad e increíble, pero para los tostadores, el origen no es lo único importante para que un café sea de calidad, aunque obviamente sea una parte primordial del proceso.
En cualquier caso, solo los cafés que llegan a ciertas cotas de calidad pueden recibir esta etiqueta, lo que sigue convirtiendo al café de origen en un café del que podemos fiarnos, será de calidad.
Aunque estas etiquetas facilitan encontrar un café de buena calidad, no es lo único que deberíamos tener presente en nuestra búsqueda del café más excelente.
El origen del café es importante sí, pero fijarse también en la finca de la que proviene lo es aún más. Muchas veces, las tiendas intentan conseguir el café más exclusivo posible, y por lo tanto, suelen contactar con proveedores que les proporcionarán pequeñas cantidades de distintos cafés, en lugar de comprar mucha cantidad de un solo café.
Al final, lo mejor es intentar conseguir información de los principales puntos a tener en cuenta con respecto al café de origen:
Toda esta información te ayudará a saber mejor que sabores puede proporcionar el café de origen que quieras, y será más concluyente que simplemente una localización sin más.
El origen del café no deja de ser un dato más , que nos ayuda a obtener aún más conocimientos sobre el café, y poder tenerlo en cuenta a la hora de apreciar sus aromas, sabores y matices, y compararlos con otros.
Al final, lo importante es encontrar el café que más nos guste, y poder disfrutarlo.
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