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14/08/2022
Cuando hablamos de café, estamos hablando de una de las bebidas más famosas y consumidas del planeta.
Esto parece una tontería, pero implica muchas cosas, como que, si viajas por ahí, podrás seguir tomando un café todos los días, y que, en cada rincón del mundo, le darán su toque personal.
Muchas veces pueden ser recetas que han acabado siendo famosas en todo el planeta, como el café irlandés, otras veces modas que surgen de algo concreto, como el café dalgona , y otras, innovaciones que elevan el nivel comercial del café, como el café con sal en Taiwán, del que hablaremos en próximos artículos.
Y aunque esto en principio es bueno, pues tenemos una exquisita variedad de cultivos , recetas y preparaciones de café , puede llevar una confusión a la hora de pedirlos.
Por ejemplo, si viajas a Italia, y pides un latte, lo que te servirán no es otra cosa que un vaso de leche, pues es la traducción literal, a pesar de que en sitios como Estados Unidos implica directamente un tipo de café.
Este tipo de confusiones pueden pasar incluso dentro del mismo país, pues depende de la zona, un manchado puede ser leche con unas gotas de café, o café con unas gotas de leche.
Así que hoy, vamos a ver como pedir los cafés por España, además de algunos cafés concretos típicos de esas zonas, para que cuando hagas turismo, sepas exactamente que esperar cuando pidas tu café.
Esta ciudad tiene una cultura cafetera bastante llamativa y única, y si por ejemplo pides un café con leche, lo más seguro es que el camarero quiera tener claro tu pedido y te pregunte “¿Un mitad?”.
Esto quizás te deje un poco descolocado, pues quizás en tu región solo existe un tipo de café con leche con ese nombre, y le dirá al camarero que lo que quieres es un café con leche. El trabajador malagueño, te responderá que efectivamente, tu pedido se trata de “una mitad”.
Mitad leche y mitad café , lo que en muchas zonas de España es un café con leche. Otros cafés que puedes pedir son el manchado, que se trata de un café corto y mucha leche, o un largo, que es lo contrario.
Ten cuidado si pides un corto queriendo decir cortado, porque te servirán un vaso de leche con un poco de café.
Pero aquí son muy específicos con las cantidades, y aún tienen más nomenclaturas, como la sombra, que sería como un dedo de café y todo lo demás leche, o la nube, que será toda leche y unas gotitas de café.
Es posible que creas que sea innecesario todo esto, pero lo cierto es que todo tiene una razón de ser, y esta cultura del café malagueño tiene raíces históricas no especialmente alegres.
Todo este lío de nombres data de principios del siglo XX, cuando, debido a diversos sucesos históricos, como la guerra, se generó escasez de productos, entre ellos, el café.
Para evitar el desperdicio de este artículo valorado, el Café Central de Málaga, un local histórico que sigue en funcionamiento a día de hoy, comenzó a pedirle a su clientela que indicasen la cantidad de café y leche que iban a querer.
Por supuesto, esto sería muy molesto para los clientes y los camareros, por lo que, para evitar preguntar uno a uno, se creó una tabla con todos los nombres de los cafés que servirían, en función de la cantidad de café y leche que tenían. .
Los clientes se acostumbraron rápido a este sistema, por lo que, en poco tiempo, todo el mundo pidió así su café. No mucho después, una empresa de café de Málaga le pareció una muy buena idea, y comenzó a promocionar la nomenclatura, que se expandió por la ciudad y las zonas cercanas.
Y no solo se expande por el espacio, sino que también por el tiempo, pues aun a día de hoy se usa esta curiosa manera de pedir café en esta ciudad.
La nomenclatura que creó el Café Central es la siguiente, ordenada de más a menos cantidad de café:
Lo cierto es que lo más demandado en nuestra época se encuentra por debajo de la Mitad, es decir, que en Málaga les gusta el café más dulzón y cremoso. De hecho, los cafés más demandados son la sombra y la nube.
De hecho, si vas a pedir esta preparación de café, recuerda que se pide “un café sombra”, y una nube, que no “un café nube”.
Puede que las diferencias puedan parecer ridículas, la verdad es que estos pequeños cambios en las cantidades afectan al sabor, o la gente no seguiría pidiéndolo así.
Lo cierto es que Málaga tiene una abrumadora cantidad de nombres para sus cafés, y va a parecer que los demás no tienen casi nada, pero nada más lejos de la realidad.
En Aragón, por ejemplo, lo habitual es ponerle un poco de chispa al café, combinándolo con brandy u otros licores o bebidas alcohólicas, de hecho, uno de los cafés más consumidos es el famoso quemadillo .
Esta preparación se realiza poniendo un buen chorro de ron sobre dos cucharadas de azúcar, al que se le añade unos pocos granos de café enteros. Luego, se flambea, y mientras aún duran las llamas, añadiremos sobre el ron la leche con su espuma.
Si te acercas hasta Zaragoza, puedes pedir un café tradicional al que llaman Soldado , un café al que le ponen un chorrito de Cointreau y gaseosa, sin duda, una combinación curiosa.
Uno de los cafés más habituales por estas conocidas islas, son los carajillos . Tanto es así, que han surgido variaciones y retoques a la receta de este conocido café.
Así, en Ibiza, aparece la variación del carajillo conocida como café caleta . A este café se le añade coñac y ron, que se aromatiza con corteza de naranja y limón. Desde luego, un café potente para tomar en el desayuno.
Por otro lado, en Mallorca, el carajillo cambió al conocido como reventó . La diferencia es que, en esta receta, se le añade al café un ron regional, que te será difícil encontrar en otros sitios.
Volamos a la otra punta del territorio español, a las famosas islas Canarias, en las que podemos disfrutar de varios cafés muy interesantes.
Aunque en cada isla tienen sus propias recetas, el que podrás degustar en cualquiera de estas islas es el “ leche y leche ”. Se trata de un café cortado con un chorro de leche normal y otro de leche condensada, coronado con sedasa espuma de leche , perfecto para los amantes del dulce.
Pero concretando más, en Tenerife, además de las espectaculares vistas del Teide , podrás pedir el clásico barraquito .
Similar al Leche y leche, se trata de un café con leche, leche condensada, un chorrito de licor 43 o Tía María, y que aromatizaremos con un poco de canela en rama y una rodajita de limón.
Si quieres seguir de ruta por las islas, puedes pedir en Lanzarote el nunca máis , que es como llaman al típico café doble.
De la que visitas el parque natural de Cabárceno o Santillana del Mar, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, podrás parar a repostar disfrutando de un café mediano.
Y no es que sea mediano de cantidad, si no que así se refieren a un café que se encuentra en medio de un café cortado y un café con leche grande, pero que eso sí, debe ser servido en vaso de cristal , que como mencionamos En este artículo , realmente cambia el sabor.
Puede que en esta zona no tengan ningún nombre específico para ningún café concreto, pero lo que sí que tienen, además de sus buenas tapas, es la experiencia del café.
Esta experiencia, el café completo, se sirve una taza de café, acompañada de una copa de brandy y un puro.
Sin duda, toda una experiencia de tradición.
En la otra Castilla, podemos encontrar uno de esos cafés únicos por sus ingredientes.
Hablamos del resolí , una bebida preparada a base de aguardiente de la zona, coñac, café, azúcar, piel seca de naranja y canela.
Ya te puedes imaginar que la combinación de estos ingredientes tiene que ser sorprendente, si estas de viaje por la zona, no pierdas la oportunidad de probarlo.
¿Qué turista no conoce Cataluña? Barcelona es una de las ciudades más visitadas de nuestro país, gracias a su enorme cultura, monumentos, playas y montañas. Así que, si estas por la zona, sabes cómo pedir café allí te vendrá de perlas.
Por ejemplo, encontramos el tallat , se trata de un café cortado con leche. Luego podemos encontrar cosas más concretas, como el trifásico , un café con leche y brandy, sencillo y efectivo.
Otro café curioso de la región es el café catalán , un café combinado con su clásica crema catalana, otro café que como el affogato y el azteca , está en el limbo entre postre y bebida.
El cigarro es otro café interesante, aunque no deja de ser un carajillo, pero servido en un vaso especial, largo y fino, que le da una reminiscencia a una cigarra.
Si quieres disfrutar de un producto aún más local, puedes pedir el honorable , un café mezclado con ron autóctono, de la marca Pujol. Y si te gusta el anís, otra opción interesante es el perfume .
El levante español, otra de las regiones más típicas para el turismo, gracias a sus playas y temperaturas calurosas.
Es por eso, que se las ingeniaron para crear bebidas de café más frescas , para seguir disfrutando del café aun con el sol apretando fuerte.
Una de ellas es el blanco y negro , granizado de café con un chorro de leche merengada, dulce y fresco para aguantar el día de playa. Lo que sí, si quieres un café templado, es mejor que no pidas un café del tiempo , ya que te servirán un café frío, con mucho hielo y azúcar, e incluso en algunos locales, con una rodaja de limón y canela en rama.
Aunque si te gustan los cítricos, quizás aprecies el llamado suspiro de limón , que es un granizado de limón al que le añaden un chorro de café. Otra opción si no eres muy fan de la vitamina C, es el suspiro de horchata , que viene a ser lo mismo, pero con esta bebida hecha a base de chufas.
Si te gusta el helado, podemos disfrutar de un nacional , que antiguamente se le conoció como ruso, y se trata de un café granizado al que se le añade una bola de helado de vainilla, fresco y delicioso.
El que es quizás uno de los más curiosos, es el rebullit , un café hecho con la carga de un café ya preparado. Si no te va este tipo de preparaciones, quizás encuentres lo que te gusta en el tocaet , un café con unas gotas de brandy u otros licores.
Tierra de buenas y abundantes comidas, esta región del norte suele rematar sus banquetes con un café con gotas.
Se trata de un café espresso, al que le acompaña una botellita de licor de hierbas, u orujo blanco. Normalmente, el camarero dejará la botella en la mesa, para que te sirvas a tu gusto, esperando que no abuses demasiado de su confianza. En ocasiones, para evitar confusiones, sirve directamente un chupito.
Otro café muy típico en restaurantes tradicionales, es el café de pota , pero en algunos sitios, le dan una vuelta más de tuerca, con el café tizón.
Se trata también de un café hecho en pota o puchero, pero que, en vez de filtrarlo a través del calcetín, se le añade una brasa de madera, dotándolo de un sabor especial, y después de unos minutos, se cuelan los posos.
Pero la tradición no es lo único que encontramos en esta zona del país, pues también podemos encontrar recetas más novedosas, como el café celta , un café aderezado con azúcar moreno y aguardiente de orujo, al que se le añaden unos granos de café y una rodaja de limón.
En la capital también tienen sus maneras de pedir las cosas. Por ejemplo, si te gusta el café un poco más tibio, puedes pedir una mitad y mitad , que se trata de un café con leche, mitad caliente y mitad fría.
También si necesitas un tentempié de media mañana, puedes pedir una mediana , que es un café con leche servido en taza mediana.
Uno de los cafés con el nombre más curioso, y con muchas leyendas sobre este, es el famoso café asiático . Esta bomba lleva café con leche condensada, brandy y licor 43, aderezado con canela molida, y se sirve muy caliente.
Otra receta de café con leche condensada y brandy de esta región es el Belmonte .
Llegamos a la última región que veremos hoy. En esta zona del norte se habla euskera, por lo que, si quieres sentirte como uno más, puedes pedir un ebaki , que es un café con un poco de leche.
Como ves, hay diferencias sutiles pero que cambian mucho lo que te pueden servir, así que lo mejor es informarse y estar bien preparado a la hora de viajar, y así asegurarte de conseguir el mejor café.
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