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20/09/2022
Por lo general, tendemos a tener una despensa bien abastecida, así como nuestra nevera, para no quedarnos nunca sin productos básicos.
Existen multitud de productos que nos dan la sensación de que no se van a estropear nunca, como puede ser los licores, el vino, la pasta, las latas de conserva o el mismo café.
Sin embargo, al final, cualquiera de estos productos tendrá una fecha de caducidad, más pronto o más tarde, por lo que siempre es conveniente ir consumiéndolos y cambiándolos, para renovarlos.
El café, por ejemplo, es un producto relativamente delicado. A pesar de que no se estropeará fácilmente, debemos tener en cuenta que, pasada una cierta fecha, sus aromas y propiedades organolépticas perderán mucha fuerza.
Por esto, si quieres que tu espresso, tu cappuccino, o cualquier otra receta deliciosa preparada con café este en las mejores condiciones, y emane ese delicioso aroma que tanto nos gusta, debemos tener muy en cuenta la fecha en la que este café pierde sus propiedades, y no solo eso, si no fijarnos también en la fecha de tostado.
Así pues, hoy vamos a hablar sobre la caducidad del café, como evitarla o alargarla lo más posible, y todos los detalles relacionados.
Muchas veces, la fecha de caducidad de un producto, en este caso el café, nos indica la fecha antes de la que es recomendable tomarlo, ya que, tras esta fecha, no se pueden garantizar las propiedades, sabores o aromas del café.
Muchas veces tendemos a creer que esta fecha no es real, porque… ¿Quién no se ha comido un yogur uno o dos días después de que pasase su fecha de caducidad? Lo cierto es que, en muchos casos, hasta nos tendrá el mismo sabor.
Sin embargo, lo cierto es que, tras la fecha indicada, el producto comienza a descomponerse, o bien todos sus beneficios o cualidades comienzan su declive, por lo que, aunque aún sean consumibles, no es ni lo más recomendable, ni lo mejor para nuestro paladar.
Volviendo al caso concreto del café, si abriésemos el paquete tras un año de haberlo comenzado, no nos encontraremos nada extraño, ningún tipo de masa mohosa, o con un olor desagradable. Simplemente, encontraremos unos granos de café sin aroma.
Por supuesto, si no hemos tomado las precauciones adecuadas, y el café ha absorbido humedad, sí que podría generar moho, pero es más probable que simplemente esté rancio.
Esto se debe a que, una vez tostado, es complicado que el café se estropee o descomponga, y por lo general, hongos y bacterias no suelen afectarle.
Pero, aun así, la vida es un ciclo que no se puede parar, y ni con la intervención humana se detendrá, por lo que al final, el café no deja de ser un producto natural y, por lo tanto, acabará estropeándose.
En definitiva, la fecha de caducidad de un paquete de café, nos indicará que es mejor no consumirlo por precaución sanitaria, o bien que la calidad del producto no se va a poder garantizar, por lo que será un café con poco aroma y sabor.
En norma general, no es para nada recomendable consumir productos pasados de fecha, es obvio, pero ya que el café es un producto más resistente de lo normal, lo cierto es que, si lo has conservado adecuadamente, y no han pasado más de dos semanas de lo que indicaba la fecha de caducidad, podrías llegar a usarlo.
Obviamente, esto solo debería ser en caso de necesidad, y siendo consciente de que puede llegar a generar riesgos, ya que, si el café o cualquier otro producto ha pasado de su fecha y no te sienta bien, ninguna empresa se hará responsable.
Para conservar adecuadamente tu café, y si quieres que tu café este perfecto el mayor tiempo posible, vamos a ver unos cuantos trucos que te ayudarán a alargar la vida de este delicioso grano. Siguiendo estos sencillos consejos, tu café mantendrá sus aromas mucho más tiempo, y podrás disfrutar de tus recetas favoritas en su mejor momento:
Siguiendo estos sencillos consejos, tu café se mantendrá en condiciones óptimas mucho más tiempo, permitiéndote aprovechar todo el sabor de los granos que hayas adquirido.
Si tu café se ha pasado de fecha, como ya mencioné antes, realmente no es que se vaya a estropear y sea totalmente inservible, sino que, si lo has guardado adecuadamente, lo más seguro es que simplemente haya perdido sus cualidades y aromas.
Incluso siguiendo las recomendaciones anteriores, por mucho que lo guardemos en un recipiente hermético, y en un lugar adecuado, al final, todo se deteriora, y aunque en aspecto parezca que el café está en perfecto estado, notarás enseguida que su aroma estará muy diluido, ya que al final, a más tiempo pase desde la fecha de tueste, menos sabor y aroma en general tendrá el café.
Por eso, en el café, normalmente la fecha de caducidad sirve para indicarnos que ha pasado ya demasiado tiempo desde que el café se tostó, por lo que realmente, al final nos sería más interesante saber esta fecha.
No todos los cafés son iguales, y por eso mismo, la vida del café dependerá del tipo de café que compres, y del tipo de tostado que haya sufrido. No solo eso, incluso el mismo tipo de café puede durar más o menos en función de su formato, y de hecho, dependiendo de cómo lo adquiramos, es mejor guardarlo de unas formas u otras.
Cuando nuestro café en grano ha sido tostado, la mejor manera para conservarlo y alargar así su vida útil, es alejarlo del calor, la humedad y la luz.
Mientras este en formato de grano, sin moler, el café es capaz de mantener sus cualidades aromáticas y de sabor durante mucho tiempo, por lo general entre tres y seis meses, todo gracias al tostado de su piel exterior.
Esto quiere decir que, el café en grano, es el tipo de café que más tiempo va a durar, siempre que lo almacenemos correctamente, siendo su principal enemigo la humedad. Así que ya sabes, busca un lugar principalmente seco, y si puede ser fresco y oscuro, mejor.
A la hora de usar café molido en casa, dependerá principalmente de si lo mueles en casa o lo compras ya molido:
Ten en cuenta, que el café molido puede perder todas sus cualidades en cuestión de días si no lo guardamos de manera adecuada.
Por comodidad, lo cierto es que mucha gente que no tiene demasiado tiempo, tiende a preparar una cafetera grande, y así tener café ya listo para poder tomarlo a lo largo del día, o incluso para más de un día.
Lo cierto es que lo mejor es, por supuesto, tomar el café recién hecho, ya que es el momento en el que todos los aromas y matices del café se lucirán más.
Tras una hora de haber sido preparado, el café empezará a perder gran parte de sus aromas. Aun así, puede llegar a conservarse hasta 12 horas fuera de la nevera, e incluso 24 horas si lo guardas en el refrigerador.
Sin embargo, lo que beberás pasado este tiempo, es lo que se podría llamar agua de calcetines, o aguachirri, un café con poco sabor y menos aroma.
Lo cierto es que, pasada la fecha de caducidad, tu café puede llegar a estropearse, y convertirse en un producto que no deberías consumir. Por eso, vamos a ver los principales signos de que el café se ha estropeado completamente y no debes tomarlo:
En cualquier caso, lo mejor es evitar consumir café o cualquier otro producto caducado, por lo que mejor asegúrate del café que tomas y cómpralo en las cantidades adecuadas para evitar que esto suceda.
Por desgracia, al contrario que otros productos con los que podemos hacer algún truco de la abuela, no hay forma posible de salvar un café caducado.
Esto es básicamente porque, una vez tostado, el café empezará a liberar sus esencias, y poco a poco, las irá perdiendo, por eso, nuestro énfasis debe estar en conservarlo adecuadamente y consumirlo antes de la fecha de caducidad.
Es por este motivo también, que se recomienda moler el café antes de prepararlo, ya que una vez molido, estas esencias y aromas se dispersarán rápidamente.
Por todo esto, recuerda que es más importante aprender a conservar tu café, siguiendo estas sencillas recomendaciones:
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